jueves, octubre 06, 2005

PLANIFICANDO EL ESTUDIO. (06/10/2005)

Salvando las excepciones, que siempre las hay, los guitarristas invertimos muchas horas sobre nuestro instrumento; sea porque es más fácil de transportar que un piano o una batería, o porque es más agradecido que un violín (se necesita menos tiempo para que comience a sonar agradable). Lo cierto es que tocamos y tocamos sin parar durante horas, pero no siempre se traduce en tocar mejor, sonar mejor o saber más; después llega un saxofonista que lleva unos pocos meses estudiando y crea melodías increíbles y tremendamente rápidas.

Por supuesto, cada instrumento tiene sus propias peculiaridades y cada persona es un mundo. Pero a lo que voy; en general los guitarristas no aprovechamos correctamente el enorme tiempo que le dedicamos a nuestro instrumento y, normalmente, el motivo es la falta de un buen método de trabajo.

Habitualmente, cuando asistimos a clases de guitarra, música, o incluso cualquier otra materia, rara vez los profesores comienzan por lo fundamental: diseñar un buen plan de estudios, explicar técnicas básicas de estudio y establecer, junto con el alumno, un planing de trabajo para distribuir el tiempo diario de estudio y práctica. Sin todo esto, el alumno está inexorablemente abandonado a su suerte y condenado a la deriva en un “maremagnum” de conocimientos que le van a suministrar.

Sin duda existen muchas maneras de afrontar el estudio, y al final lo único que cuentan son los resultados.
Un buen plan de estudios es aquel que te permite cubrir todos los aspectos importantes de tu formación, logrando el máximo de resultados con el mínimo de esfuerzo y tiempo a invertir. Yo hace años que vengo empleando un sistema que, tanto a mis alumnos como a mi mismo, viene dándome muy buenos resultados.

Dado que el objetivo es “tocar”, hacia ahí deben de ir dirigidos todos nuestros esfuerzos, con la exclusiva intención de hacerlo lo mejor posible.
Así pues, la materia más importante y a la que más tiempo de nuestro estudio dedicaremos, será a la INTERPRETACIÓN. Con esta intención, cada semana elegiremos un tema (canción, obra, etc.) que será nuestro objeto de estudio. Para esto, resulta muy práctico tener un libro de estándares (tipo Real Book), junto con un programa informático tipo “Band in a Box”, o mejor aún un “Play along” (partitura y grabación de acompañamiento) en el estilo de la colección de Jamey Aebersold.

Una vez puestos, todo nuestro esfuerzo ha de ir dirigido a controlar perfectamente nuestro tema seleccionado, en el ámbito de la interpretación (lectura, sonido, dicción, expresión, etc.) y de la improvisación (la parte puramente creativa).
Para alcanzar estos objetivos, yo divido el tiempo de estudio en las siguientes materias y por el siguiente orden de estudio:

TEORÍA: Exclusivamente la que vaya dirigida a aclarar las dudas que nos plantea el tema seleccionado para la INTERPRETACIÓN; análisis armónico, aplicación de técnicas de sustitución armónica, rearmonización, desarrollo de las escalas a emplear, estudio de las formas y estilos, historia relacionada con el tema, su autor y principales intérpretes, etc.

EJERCICIOS TÉCNICOS: Encaminados a un precalentamiento con el instrumento, antes de comenzar la parte puramente práctica que sigue a continuación. En este apartado, además, deberían de plantearse ejercicios específicos para la resolución de los problemas que nos puedan ir apareciendo en las interpretaciones de las diferentes materias prácticos.

LECTURA: Práctica de la capacidad de leer música directamente con el instrumento, con el objetivo de lograr hacerlo a primera vista. Para esto emplearemos, en primer lugar, la propia melodía del tema con la intención de lograr memorizarla. Y a posteriori, ejercicios que nosotros mismos desarrollaremos, en otro apartado que denominaremos COMPOSICIÓN, y que sí irán destinados al ejercicio de la LECTURA A VISTA.

ESCALAS: Práctica de escalas y modos que han de utilizarse en el tema seleccionado para la semana en curso. Habrán de practicarse concienzudamente por separado, y finalmente siguiendo su orden de aparición y su duración sobre el tema; preferiblemente, sobre un acompañamiento (en “play back”).

ARPEGIOS: Desarrollo, con los arpegios, del mismo concepto que para las escalas.

ARMONÍA: Construcción y encadenamiento armónico práctico, con el instrumento, de las armonías del tema. Estudio práctico de las diferentes inversiones armónicas. Aplicación práctica de los conocimientos desarrollados previamente en el apartado de Teoría.

COMPOSICIÓN: Estudio de las diversas técnicas modernas de composición. Con principal enfoque hacia la construcción y el desarrollo de la melodía. En este apartado, yo recomiendo escribir diariamente una melodía (solo melódico) que sirva como ejercicio de composición melódica (siguiendo unas técnicas y directrices concretas) y que, a su vez, nos proporcione un ejercicio de “lectura a vista” con el instrumento para el día siguiente.

ENTRENAMIENTO AUDITIVO: Audiciones, preferiblemente, de diferentes versiones del tema objeto de estudio prestando especial atención a la forma, estilo y características de cada uno e sus intérpretes (solistas y acompañantes). Trascripciones de solos efectuados por diferentes intérpretes (no necesariamente guitarristas) y posterior y concienzudo análisis de cada solo trascrito. Las trascripciones convendría hacerlas, en ocasiones directamente sobre papel (contando con que podamos desarrollar esta habilidad mediante el estudio y ejercicio adecuado) y otras veces directamente sobre el instrumento a modo de imitación, tratando de aproximarnos al máximo al original (sin errores de notas equivocadas, imitando la expresión, etc.)

INTERPRETACIÓN: Este apartado ha de llevarse, como mínimo, un tercio de nuestro tiempo de estudio. En él, trataremos de llevar a la práctica el resultado de cada uno de los apartados anteriores. Ejercitaremos la interpretación y técnicas de improvisación. Todo sobre el tema que hemos seleccionado para la semana de estudio y (de ser posible) sobre el “backing” correspondiente.

CONSEJOS ADICIONALES:

Siempre que puedas, participa en agrupaciones musicales donde puedas tocar junto a otros músicos (preferiblemente con un nivel superior al tuyo, si te lo permiten). Los ejercicios con “playback” jamás pueden sustituir a la interacción con otros músicos en directo. Lo comprobarás. Son solo para lo que están pensados, para practicar.
El tiempo de estudio diario recomendado no conviene que sea inferior a dos horas. Menos de esto, no garantiza ningún resultado palpable.
En cada uno de los apartados anteriores, plantéate siempre metas cortas y fácilmente alcanzables para no caer en la desmoralización. Piensa que no existe atajo sino trabajo; así pues, sácale partido a ese cúmulo de horas interminables que le dedicas a tu instrumento.
Trata de disfrutar cada momento a partir de lo que eres capaz de hacer, no te desilusiones si no haces solos de la calidad de Pat Metheny o Steve Vai; date tiempo, todo llegará.

Poco a poco, iré tratando de sugerir bibliografía y metodología para aplicar y desarrollar sobre las materias contenidas en el plan de estudios propuesto en este artículo.

Tus comentarios sobre este artículo serán bien recibidos y me darán la pista sobre el sentido que tiene continuar con ellos o no.


Todos los artículos estarán sometidos a posibles revisiones posteriores, por eso siempre figurará la fecha de la última revisión junto al título del mismo. Confío en que aporten algún beneficio en el desarrollo de la música y el arte. Ojalá los disfrutes y te estimule para que también participes, compartiendo tus conocimientos en cualquiera que sea la materia que domines.
Salud y felicidad para todos.